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OLA DE FRÍO POLAR: CÓMO MANTENER TU HOGAR CALIENTE Y CUIDAR EL BOLSILLO EN MEDIO DE LA EMERGENCIA CLIMÁTICA

Una intensa ola de frío polar, la más severa del año hasta el momento, llegó para instalarse en Buenos Aires y gran parte del país. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), más de 15 provincias están bajo alerta amarilla por frío extremo, y se esperan temperaturas por debajo de cero, heladas generalizadas y condiciones que pueden afectar la salud, especialmente de los grupos más vulnerables. Las autoridades recomiendan tomar recaudos ante un panorama climático que no solo compromete el bienestar físico, sino que también puede impactar fuertemente en los costos del hogar, como el consumo de gas o electricidad.

Frente a este escenario, es esencial adoptar estrategias que permitan calefaccionar los espacios de manera eficiente, segura y económica. Por eso, reunimos una serie de recomendaciones útiles para enfrentar los próximos días, mantener tu casa cálida y, al mismo tiempo, evitar gastos excesivos.

Aprovechar el calor del sol al máximo

Durante las horas del día, abrí cortinas y persianas de las ventanas que reciben luz solar directa. El sol es una fuente natural de calor gratuita que puede elevar algunos grados la temperatura interior de la casa. Una vez que cae la tarde, cerrá nuevamente todo para conservar ese calor.

Sellar puertas y ventanas

Las pérdidas de calor se producen en gran medida por rendijas o filtraciones en aberturas. Colocar burletes en marcos de puertas y ventanas, usar cinta de espuma adhesiva o incluso plástico tipo burbuja en ventanas antiguas puede hacer una gran diferencia. También se recomienda revisar los cajones de persianas y sellar posibles orificios o uniones mal aisladas.

Incorporar elementos que ayuden a conservar el calor

Colocar alfombras en los pisos, cortinas gruesas en las ventanas y mover los muebles grandes hacia las paredes exteriores son formas sencillas de reforzar el aislamiento térmico del hogar. Estos objetos ayudan a cortar la circulación de aire frío y a conservar mejor el calor generado en el interior.

Usar calefacción de forma eficiente y segura

Las estufas de gas, radiadores eléctricos o paneles cerámicos deben usarse en ambientes pequeños y bien aislados. Es clave no abusar de la temperatura: mantenerla entre 19 °C y 21 °C es suficiente para estar cómodo y seguro. Cada grado extra implica un aumento significativo en el consumo energético. Además, si usás sistemas de calefacción a gas, asegurate de que estén en buen estado y contá con ventilación adecuada para evitar intoxicaciones con monóxido de carbono.

Calefaccionar solo las áreas necesarias

En lugar de intentar calentar toda la casa, lo más práctico es concentrar el uso de la calefacción en los ambientes que realmente se están usando. Para eso, cerrá las puertas de habitaciones vacías o poco utilizadas, lo que permitirá mantener mejor el calor donde es necesario.

Ventilar adecuadamente sin perder calor

Aunque haga frío, es fundamental ventilar los ambientes al menos una vez al día durante unos 5 a 10 minutos. Esto permite renovar el aire y evitar problemas de salud. Lo recomendable es hacerlo en las horas de mayor temperatura, para minimizar la pérdida térmica.

Vestimenta adecuada y fuentes alternativas de calor

Usar varias capas de ropa, medias térmicas, gorros y mantas ayuda a conservar el calor corporal. También se puede recurrir a bolsas de agua caliente, mantas térmicas o colchas gruesas para dormir sin necesidad de dejar la estufa encendida durante la noche. Cocinar platos calientes como sopas y guisos no solo ayuda a nutrirse, sino que también aporta calor al ambiente.

Mantener el equipo en condiciones y revisar instalaciones

Revisar anualmente las instalaciones de gas, asegurarse de que la llama sea azul (indicador de buena combustión) y evitar el uso de hornallas para calefaccionar son medidas claves de seguridad. También se recomienda instalar detectores de monóxido de carbono si se usan estufas a gas o leña, sobre todo en dormitorios.


En conclusión, atravesar esta ola de frío polar de forma segura y sin un consumo excesivo es posible si se adoptan medidas simples pero efectivas. Con una combinación de aislamiento, calefacción responsable y hábitos inteligentes, podés mantener tu hogar cálido, proteger tu salud y evitar que las facturas se disparen. En momentos donde el clima extremo desafía a muchas familias, el ahorro y el cuidado personal se vuelven más importantes que nunca.

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