Se viene el calor extremo. La posibilidad de que Buenos Aires, en particular en la zona del AMBA, experimente temperaturas de 50 grados es un tema que ha generado mucha atención y preocupación. Los informes para el verano del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) auguran marcas térmicas agobiantes, con menos lluvias.
Aunque históricamente no se han registrado temperaturas tan altas en Ciudad y Gran Buenos Aires, varios factores climáticos y ambientales podrían contribuir a que se alcancen niveles tan extremos.
El calor extremo se hará sentir a partir de diciembre y llegando a fin de año puede llegar lo peor en cuanto a las temperaturas máximas, según se desprende de los informes oficiales.
Factores que podrían influir en un aumento tan significativo de la temperatura:
- Cambio Climático: El calentamiento global está provocando un aumento de las temperaturas promedio en todo el planeta. Este fenómeno incrementa la probabilidad de olas de calor más intensas y duraderas en diversas regiones, incluyendo Buenos Aires.
- Fenómenos climáticos extremos: Eventos como El Niño pueden intensificar las altas temperaturas en ciertas zonas, al modificar los patrones de circulación atmosférica y oceánica.
- Urbanización: La creciente urbanización de Buenos Aires, con la expansión de superficies impermeables como el asfalto y el concreto, contribuye a lo que se conoce como “isla de calor urbana”. Estas áreas tienden a ser más calientes que las zonas rurales circundantes debido a la menor capacidad de evaporación y a la retención de calor por parte de los materiales de construcción.
- Contaminación del aire: La contaminación del aire puede atrapar el calor cerca de la superficie terrestre, intensificando las altas temperaturas.
- Dinámica atmosférica local: Condiciones atmosféricas particulares, como la presencia de anticiclones o la falta de viento, pueden favorecer la acumulación de calor y aumentar las temperaturas.
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